Mba Y De La Educación Ejecutiva

Mba Y De La Educacià ³n Ejecutiva Publicado: Sà ¡bado, 14 de febrero de 2009 a las 06:00 Las escuelas de negocios replantean la enseà ±anza de valores tras la crisis y los fraudes recientes; la actual debacle econà ³mica es la primera que protagonizan los graduados de estos programas. expansion Estafas como la de Bernard Madoff revigorizaron la discusià ³n. (Foto: Jorge Garaiz)Estafas como la de Bernard Madoff revigorizaron la discusià ³n. (Foto: Jorge Garaiz) ARTà CULOS RELACIONADOS IPADE e ITAM, los mejores MBA en 2009 La escuela de negocios de la Universidad Panamericana corona de nuevo el ranking de Expansià ³n. MBA de Harvard lidera ranking global 6 escuelas de EU, 3 inglesas y una espaà ±ola son la mà ¡s prestigiadas en la lista 2009 de Expansià ³n. Los mejores MBA de Mà ©xico 2008 El IPADE es la mejor opcià ³n para estudiar una Maestrà ­a en Administracià ³n de Negocios en el paà ­s Los mejores MBA globales 2008 El Master de Stanford es el ganador del ranking de Expansià ³n 2008 y Harvard le pisa los talones OTROS ENLACES enfoques Testimonios y tips enfoques 17 opciones en Mà ©xico Por: Gustavo Stok y Marco Appel BUENOS AIRES/BRUSELAS — La crisis puso en evidencia las carencias de muchos ejecutivos y de su formacià ³n. Mientras asimilan el daà ±o a su imagen, las escuelas de negocios empiezan a debatir y ensayan cambios en sus programas y mà ©todos de enseà ±anza. La sucesià ³n de escà ¡ndalos financieros, desde las acusaciones al CEO de Lehman Brothers, Richard Fuld Jr, por el presunto ocultamiento de informacià ³n sobre el estado financiero del banco, hasta la estafa por unos 50,000 MDD de Bernard Madoff, ex presidente del Nasdaq, revigorizà ³ una discusià ³n que no es nueva. â€Å"Esta reflexià ³n sobre la importancia de la à ©tica, del gobierno corporativo y de la responsabilidad social ya nos la hemos hecho cuando se produjo la debacle de Enron y las puntocom. Pero no fue suficiente: al cabo de unos aà ±os, volvimos a las andadas†, dice Joan Fontrodona, director del departamento de Ética de la IESE Business School, la escuela de direccià ³n de la Universidad de Navarra, en Barcelona. No obstante, el gran cambio para las escuelas de negocios es que, a diferencia de lo que sucedà ­a hace casi una dà ©cada, esta discusià ³n sobre la à ©tica ejecutiva ya no constituye un mero ejercicio intelectual reflejado en casos de anà ¡lisis. Ahora, encontrar respuestas es una necesidad imperiosa para limitar los daà ±os a la imagen de los centros de estudios. Esa necesidad fue uno de los motores que impulsaron a mà ¡s de 250 decanos de escuelas de negocios de todo el mundo a reunirse por primera vez el 6 de diciembre pasado en la sede de las Naciones Unidas, en Nueva York, para discutir cà ³mo pueden enseà ±ar a las nuevas generaciones de là ­deres corporativos el valor global de la responsabilidad social. El Global Forum for Responsible Management Education tiene su origen en una iniciativa de varias escuelas que arrancà ³ en 2007, cuando la crisis financiera ya era un hecho. â€Å"Inclusià ³n y economà ­a global sustentable son palabras nuevas en las escuelas de negocios; hay que volverlas habituales†, dijo en aquel encuentro à ngel Cabrera, presidente de la Thunderbird School of Global Management y titular de la fuerza de tarea internacional que delineà ³ los principios à ©ticos que se difundieron en esa reunià ³n. Cambios en marcha A fines de noviembre pasado, Harvard publicà ³ una profunda investigacià ³n sobre cuà ¡l es el futuro de los MBA y de la educacià ³n ejecutiva. El informe, en el que participaron 30 decanos de las escuelas mà ¡s prestigiosas del mundo, pone sobre la mesa tres cuestiones que los centros de estudios deberà ­an incluir en sus programas para hacer frente a los desafà ­os actuales: globalizacià ³n, enseà ±anza experimental y desarrollo del liderazgo. Este à ºltimo à ­tem es, precisamente, uno de los dà ©ficits que dejà ³ mà ¡s en evidencia la crisis. Los especialistas sostienen que, en los à ºltimos aà ±os, buena parte de los MBA girà ³ hacia un tipo de educacià ³n calificada en el à ¡mbito cuantitativo, pero sin una buena formacià ³n en las llamadas ‘habilidades blandas.  ¿Resultado? Carencia de là ­deres con capacidad para gestionar, comunicar y solucionar problemas mà ¡s allà ¡ de sus funciones. A esto se sumà ³ la tendencia creciente a formar directivos cuya exclusiva preocupacià ³n pasa por otorgar beneficios a los accionistas, y lograr para sà ­ mismos los jugosos incentivos. â€Å"Con la crisis actual hemos quebrado tambià ©n una idea acerca del objetivo de las escuelas de negocios†, dijo Edward Freeman, profesor de Ética de la Darden School of Business, de la Universidad de Virginia, en un panel, el pasado 24 de septiembre. â€Å"Lo que hacen es capacitar a los estudiantes para convertirlos en especialistas funcionales, pero por lo que deberà ­an estar preocupadas, antes que nada, es por entender cà ³mo formar là ­deres que generen valor para los consumidores, proveedores, trabajadores, la comunidad y tambià ©n para los inversionistas. Esos elementos van unidos, no separados. Si yo fuera profesor de Finanzas, me sentirà ­a humillado porque da la impresià ³n que hicimos mal las cosas†. Las escuelas de negocios estadounidenses que vieron salir a sus egresados de Lehman, Merril Lynch y otras firmas en crisis, no accedieron a las solicitudes de entrevista formuladas por Expansià ³n. Harvard no respondià ³ los pedidos, en NYU Stern seà ±alaron que tenà ­an â€Å"otras prioridades urgentes que atender† y desde Wharton invitaron a consultar el anà ¡lisis realizado sobre el origen de la crisis financiera en su pà ¡gina de internet. Ética y catarsis En Amà ©rica Latina, las principales escuelas de negocios creen que los ajustes en sus programas y mà ©todos de enseà ±anza no serà ¡n tan profundos como los que se esperan en EU.  ¿La razà ³n? â€Å"(en Amà ©rica Latina) la preocupacià ³n por temas à ©ticos ya habà ­a sido consistente en los à ºltimos aà ±os†, dice Leonidas Montes, profesor de Economà ­a, Instituciones e Ideas Polà ­ticas y Ética de los Negocios de la Universidad Adolfo Ibà ¡Ãƒ ±ez, en Santiago de Chile. En todo caso, en tiempos de crisis, la apuesta pasa por fortalecer las discusiones de corte formativo, de à ©tica y balance de vida. En Mà ©xico, el IPADE, que siempre se ha enfocado en los valores, lo està ¡ haciendo mediante el anà ¡lisis de casos emblemà ¡ticos. Uno de ellos es el de Vicente, un financiero egresado de esta escuela, de 32 aà ±os, con voracidad por el dinero, que duerme poco, toma medicamentos y està ¡ distanciado de su esposa y amigos. â€Å"Todo eso conforma una problemà ¡tica oculta, de la que no se habla con los jefes. A veces porque los mismos jefes son ‘Vicentes que tienen a cargo a otros ‘Vicentes. La crisis econà ³mica es consecuencia de esos individualismos, de los problemas de personas y grupos de personas†¦ y a ese tipo de gente se le ha formado en las escuelas de negocios†, dice Carlos Alejandro Armenta Pico, profesor de Ética del IPADE. Ademà ¡s de Vicente, esta institucià ³n trabaja con otros casos paradigmà ¡tic os, como el de un ejecutivo enredado en un sistema que premia al que trabaja 16 horas por dà ­a, entre otros ejemplos. En Argentina, el IAE Business School, en tanto, incluyà ³ en su oferta una serie de seminarios utilizados para catarsis de los ejecutivos. â€Å"En tiempos de crisis, los tres grandes ejes temà ¡ticos de las escuelas de negocios debieran ser valores à ©ticos, gobierno corporativo y, el mà ¡s importante, cà ³mo motivar a la gente en situaciones como la crisis†, dice Josà © Marà ­a Corrales, profesor y director del à ¡rea acadà ©mica de Sistemas de Direccià ³n y Control del IAE, en Buenos Aires. â€Å"La escuela (†¦es) tambià ©n el à ¡mbito para que altos directivos hagan una suerte de catarsis, compartir experiencias. Hay mucha inquietud, mucha desazà ³n, y eso està ¡ generando una alta demanda en los seminarios†. Los especialistas advierten que esto tendrà ¡ efectos globales. â€Å"Los MBA no tendrà ¡n la misma influencia si se les ve como boletos automà ¡ticos a ciertos empleos†, comenta Philippe Haspeslagh, decano de la Vlerick Leuven Gent Management School, en Bà ©lgica. En tanto, para el argentino Claudio Fernà ¡ndez Arà ¡oz, socio de la firma de cazatalentos Egon Zehnder Internacional, una de las consecuencias pasarà ¡ por imponer criterios mà ¡s rigurosos de seleccià ³n del personal. â€Å"La demanda de los MBA no deberà ­a disminuir, si bien las compaà ±Ãƒ ­as tendrà ¡n que ser mucho mà ¡s cuidadosas y selectivas en sus contrataciones†, dice. Avaricia y falta de à ©tica, ausencia de liderazgo e individualismo. La crisis dejà ³ al desnudo las carencias de muchos ejecutivos y, por extensià ³n, de su formacià ³n. â€Å"Nos guste o no, las escuelas de negocios nos veremos afectadas () Eso sà ­, es probable que, en primer tà ©rmino, se observe mà ¡s hacia las escuelas estadounidenses, mà ¡s enfocadas en finanzas†, comenta Camino de Paz, directora ejecutiva de programas MBA de la IE-Instituto de Empresa Business School, en Espaà ±a. Las escuelas europeas, incluso, esperan que crezca el interà ©s por estudiar en Europa por sobre EU. A Katia Muà ±oz Serrano le ofrecieron una beca para estudiar un MBA en Boston, â€Å"pero lo rechacà © porque culturalmente no encontraba valor agregado en Estados Unidos†, dice. Ella escogià ³ la Vlerick Leuven Gent Management School porque era la à ºnica que tenà ­a un enfoque en la Responsabilidad Social Corporativa. Las escuelas europeas confà ­an en que casos como à ©ste se multipliquen e intentan marcar distancias con las estadounidenses. â€Å"Hay una gran diferencia entre las escuelas que orientan sus MBA a una enseà ±anza mà ¡s amplia del management, y las otras que llamamos ‘fà ¡bricas de MBA, que està ¡n dirigidas a (satisfacer) a Wall Street o Londres: mà ¡s de 60% de los estudiantes de MBA està ¡n trabajando en el sector financiero†, seà ±ala Haspeslagh, de la Vlerick Leuven Gent Management School. â€Å"El prestigio de nuestras escuelas podrà ­a verse un poco menos daà ±ado que el de las estadounidenses, y aunque todavà ­a es muy pronto para determinar si mà ¡s candidatos latinoamericanos van a volver la vista a las escuelas europeas, si el debate y la polà ©mica sobre los valores crecen, es posible que haya mà ¡s interesados en Latinoamà ©rica por nuestras escuelas†, prevà © Camino de Paz, de la IE.